historia - aspecto edilicio de la villa

CristoLa población en su inicio era muy carente, lo único que había era el trazado del pueblo con casas muy aisladas entre sí. El material utilizado en las construcciones era el adobe y quinchos de paja; por allí de dejaba ver una casa de ladrillo cocido. No había agua potable, la extracción de la misma se hacia de pozos rudimentario cavado en el suelo, la capa freática era muy superficial por lo que resultó práctico la extracción de la misma.

El paisaje de aquella época se alternaba con algunas construcciones importantes, como la estación de trenes, el ingenio, la iglesia y la escuela. Cabe destacar que las calles eran de tierras.

Unos de los marcos más importantes de este pueblo, fueron las Fiestas Religiosas y los Actos patrios, a las cuales los ciudadanos del lugar llegaban ataviados con sus ropas domingueras, con hermosos corceles adornados en plata; también era muy característico de la zona tener como medio de transporte en sulky, que aún se mantiene en algunos casos en las zonas rurales aledañas al centro urbano.

Los habitantes de los primeros años de esta villa, según versiones dadas por el Rvdo. Padre Máximo Enrique Macció (fallecido el 10-01-2006, con 90 años de edad), fueron las familias Chazarreta, Orellana, Almiron, Díaz y Flores entre otras, esta destacándose por el numero que componían las mismas.

Hacia el Norte de la villa, se encuentra la finca que perteneció a Don Ambrosio Chazarreta, quién falleció a los 94 años de edad. En el ceno de su familia se veneró por espacio de quince generaciones (150 años) una imagen del Señor de la Piedad. Según tradición familiar, este señor contó a sus hijos que la citada imagen había sido adquirida por su abuelo Don Juan Bailón Chazarreta, hombre instruido y ferviente católico, quién habiéndose encontrado accidentalmente en un domicilio, donde un grupo de vecinos se encontraba jugando a las cartas. Fue testigo cuando el dueño de casa había perdido todo, y que lo último que le quedaba era la imagen de “Cristo Crucificado” y que también la perdió. Siendo el ganador de la misma una persona no creyente, y no sabiendo que hacer se la entregó a Don Juan Bailón Chazarreta. Este la llevó a su hogar donde con su familia comenzaron a venerarla, rezando novenarios, modalidad que continuo su hijo Ramón Chazarreta y mas tarde Don Ambrosio Chazarreta y su familia.

El culto de esta milagrosa imagen, es conocida en la zona y lugares vecinos. Se cuenta que en aquella época en que no había puentes carreteros sobre los ríos de la zona; esta imagen era llevada en una litera en procesión a pulso hasta el templo de Monteros; los días en que se realizaba la festividad de la Ascensión del Santísimo Señor.

 


Iglesia Nuestra Señora del Valle>>